Decenas de jóvenes, ellas con altos tacones, vestidos y pantalones de colores, y ellos con camisas y peinados impecables, presentaron el viernes en Madrid sus candidaturas a "Miss y Míster Gitano", un concurso sin precedentes en España.
Libertad Barrull, de 17 años, con sus largos cabellos recogidos en un sofisticado moño, un minivestido y zapatos de taco alto negros, sonríe al fotógrafo.
"Me iban a coger de modelo, pero no fui. Me gusta mucho. Me gustaría ser modelo", dice.
Su madre, Rosario, afirma que "es un empujoncito para que lleguen a ser algo en la vida, ya que nosotras no lo hemos sido. Que trabajen de ello, que sean algo importante".
Decenas de adolescentes dan sus nombres a las organizadoras, así como informaciones sobre sus estudios, pasiones y aspiraciones.
María Jiménez, de la Asociación Flamenco del Norte, organizó a fines de 2013 el primer concurso regional. Según ella, se trata de que "las mujeres gitanas puedan ser un poco más independientes. Porque la mujer gitana siempre el objetivo de ella es casarse a muy temprana edad, con 14, 15 años, tener hijos y yo desde aquí quiero conseguir que la mujer gitana tenga sus propios estudios, que pueda tener su independencia, que no dependa de si el marido le da 10 euros para que pueda comer ese día o no. Que retomen otra vez sus estudios."
Cuando se les pregunta sobre la aparente paradoja de organizar un concurso de belleza para defender la emancipación de las jovencitas, las organizadoras insisten en los criterios que serán tomados en cuenta por los jurados.
Según Eva Jimenez, una de las organizadoras, que llegó con María del País Vasco para organizar el "casting", "no se trata sólo de ser guapa, se trata de tener estudios, ser inteligente."
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Las cifras demuestran las dificultades que tiene la comunidad gitana en España. Más de la mitad (50,7%) de los gitanos no hicieron estudios más allá de la edad obligatoria (16 años), según los datos de 2011 publicados por el Secretariado Gitano, una ONG que trabaja en favor de su desarrollo.
Además, su tasa de desocupación es elevadísima, de 36%, muy superior al promedio nacional que ya se encuentra entre uno de los más altos del mundo.
Y a pesar de que la imagen cultural de España está asociada en el mundo entero a la tradición gitana, a las canciones y las danzas del flamenco, unos 725.000 gitanos españoles se encuentran entre las poblaciones más amenazadas de exclusión social en el país.
Sin embargo, entre los candidatos a ser elegidos Miss o Míster Gitano el 6 de octubre, cuando se organizará el concurso en Madrid, los sueños de emancipación desaparecen ante las bromas de los adolescentes.
"Para ser el más guapo. También para que se vea que los gitanos somos personas iguales a las demás", dice Jesús Heredia, de 17 años, que trabaja en Madrid en una heladería.
Su madre, Esther, de 45 años, cree que este concurso no cambiará la tradición. "A ver si puede abrir puertas, no solo mister Gitano. A ver qué sale de alli. Todo es un comienzo. No va a cambiar, los niños se van a casar igual. Que la gente vea que los gitanos también pueden llegar a las mismas metas que los payos (no gitanos). Estamos integrados en la sociedad y no hay diferencia, respetándose siempre", afirma.
Sonia Heredia, de 36 años, alienta a Libertad Barull a presentarse ante los jurados, cinco profesionales del mundo de la moda y del teatro que no son gitanos.
"Ahora es diferente. Han cambiado mucho las cosas. Antes veiamos que las niñas se casaban con 15, 16 años, y no pasaba nada. En cambio ahora hasta que tengas tu edad, no te casas. Yo me casé con 19 años y tuve mi primer hijo con 20. Ya la gente se ha empezado a concienciar que no puedes casarte tan pronto porque te estás atando a ser ama de casa, cuando eres un niño todavía", sostiene.