Melchor, Gaspar y Baltasar hicieron ayer una parada en Larreaundi antes de emprender su regreso a Oriente. El motivo era participar en la entrega de juguetes organizada por Cruz Roja y la asociación cultural Flamenco del Norte. Gracias a esta iniciativa, ningún niño se quedó sin regalo: nada menos que cerca de 300 chavales pudieron charlar un rato con Sus Majestades y recibir de sus propias manos algunos obsequios.
María Jiménez, presidenta de Flamenco del Norte, explicó que «todos los años, Cruz Roja organiza una entrega de juguetes», a la que en esta ocasión se ha sumado el colectivo cultural. Además, esta fue la primera vez en que se pudo contar con la presencia de los Reyes Magos. «Queremos que los niños tengan ilusión», señaló María Jiménez, quien también subrayó que «la gente ha colaborado mucho, y además, los hipermercados Alcampo de Irun y Oiartzun han aportado cinco palés de juguetes cada uno». Gracias a la solidaridad de los colaboradores, hubo obsequios para las 110 familias que se habían inscrito para participar en el acto.
«Estamos muy agradecidos»
El gran número de personas apuntadas motivó que, poco antes de las 17.00 horas, ya se hubiese formado una larga cola en el exterior del local donde se hizo entrega de los regalos, junto a la iglesia San José Obrero del barrio de Larreaundi. El reparto pudo realizarse con un poco de paciencia por parte de los asistentes y el gran trabajo de organización que llevaron a cabo los voluntarios de Cruz Roja y Flamenco del Norte.
Juana había sido una de las primeras en llegar a la entrega, acompañada de sus tres nietos. «Aquí hemos venido, a ver a los Reyes. Estamos muy agradecidos», subrayaba esta mujer. Uno de sus nietos, Antonio, contaba emocionado que Sus Majestades le habían regalado «un coche de mandos». El niño de seis años aseguraba estar «muy contento».
Maitane, de diez años, también estaba encantada con el regalo recibido, que aún no había desenvuelto: «es muy grande, no sé qué será... Pero seguro que es precioso». La niña, además, recibió un buen montón de peluches de manos del Rey Melchor. «Voy a ponerlos encima de mi cama. Muchas gracias a Cruz Roja».
Gabriel, de doce años, aseguraba que «todo lo que me han traído me ha gustado mucho», mientras salía del local cargado con una bolsa llena de regalos y una pequeña mesa de dibujo.
Alexis estaba deseando probar el monopatín con el que le obsequiaron Sus Majestades: «ahora que estoy de vacaciones tengo más tiempo para jugar». El niño de diez años comentaba que «me han regalado muchas cosas, a mi y también a mi hermano, pero lo que más me gusta es el monopatín